11 de septiembre de 2010

En días como hoy muchas preguntas surgen en mi cabeza, ¿por qué hice esto? ¿por qué hice aquello? ¿Qué pasaría si...? ¿Qué haría si...? Pero la cuestión que más se plantea en mi cabeza es, ¿por qué youtube me deja tirada en un momento tan importante del día como es ahora? Ahora que es el momento en el que me pongo a hacer mi nueva entrada de blog es cuando no funciona... No es justo, no es nada justo. Pero aunque el youtube me haya fallado, mi inspiración no me ha dejado tirada, bueno en realidad no me dejó tirada anoche que es cuando lo escribí.
Nunca me voy a disculpar. Piensa lo que quieras, dime lo que más te apetezca, de verdad, no me va a ofender, ni siquiera me voy a inmutar. ¿Te digo la verdad? Me da lo mismo, es como si tuviera un pitido en los oídos. ¡Ah! ¿Qué no te lo he dicho? No... supongo que no... Desde hace mucho tiempo ignoro lo que dices, hablas o piensas, ¿y lo peor? Es que no me importa, ¡nada!, nada sobre tí. ¿Por qué?
Porque te he querido, pero no te pienses que me enamoré de tí, nunca lo he hecho, ¿sabes qué es lo mío? Vivir la vida, y tú, cariño, no estás en ella. Pero, para ser honesta, nunca quise hacerte daño, tuve cuidado de cada paso que dí y creo que todo me salió bastante bien. ¿Me arrepiento? No, me he dado cuenta de que la vida es algo más que errores y arrepentimientos.
Pero una cosa sí que te tengo que echar en cara, mi vida, tu no sabes lo que es enamorarse, así que no me vengas con esas porque no, cuando quieras te dejo un diccionario y buscas lo que significa, pero a mí esas cosas no me deshielan el corazón. He vivido mucho, más que tú seguro. Así que no vuelvas a repetirlo refiriendote a mí.
¡Ay, si tu supieras! Cuánto he hecho por no hacerte daño, cuantas horas pensando en cómo evitar que lo pasaras mal... pero esas horas fueron disminuyendo, y me asusté, ¿sabes por qué? Porque me di cuenta de que cada día me importabas menos, que no te necesitaba, que cada día había un poco menos de tí y un poco más de otro. Otro que me hacía sentir cosas que tu nunca conseguiste, que me hacía que me sonrojara, que me riera como una niña tonta, hizo que me olvidara completamente de TI. ¿Cómo? No lo sé.
Así que ahora finjamos, que eso a todos se nos da de maravilla. Mira, hagamos una cosa, cuando me veas no te pares a saludarme, yo fingire que no te he visto, cuando me conecte... no me hables, no te voy a borrar porque quiero que veas que soy feliz y que tú no eres parte de esa felicidad.
Bueno, vamos a dejarnos de rencores, odios y malas palabras... Pero tampoco vamos a dedicarnos bonitas frases de amistad. Simplemente olvidémonos el uno del otro, es lo mejor, creeme. Eso sí, tengo que avisarte que el día que me dejaste escapar cometiste un error y que dentro de unos años te darás cuenta y cuando eso pase yo ya estare muy, muy, lejos.

2 comentarios: