A ti, que te enamoras de repente, a primera vista, y lo primero que piensas es, éste es el chico de mi vida, éste es el mejor, le voy a querer, le voy a adorar y no le quiero perder nunca. Y te da los mejores días de tu vida, los mejores besos que nunca nadie te ha dado y, en un abrir y cerrar de ojos, te ha dejado y, lo más seguro, ya se ha olvidado de tí. Pero tú no te has olvidado de él, qué va, deseas que vuelva a llamarte, que te mande un mensaje, encontrarte con él, que te diga lo guapa que estás, lo mucho que te está echando de menos y que te quiere. Te lanzarías a sus brazos, le besarías infinitamente y luego... ¿qué? Te volvería a dejar, no te llamaría, no te diría te quiero, nada... todo sería como siempre. Tú sufriendo y él siendo dueño de los labios de otra.
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